Thursday, April 16, 2009

Como todo al parecer es nada y la nada es realidad del todo

Existen momentos en la vida de las personas en las que aparecen lo que se denominan "oportunidades únicas", aquellas en las cuáles una acción, un movimiento, una palabra puede cambiar la vida para siempre.

Siempre he oido dicha frase y pensado, en que se basan los que se dicen especialistas para decir ello, de mi parte no creo que existan sólo oportunidades únicas, sino que existe una diversidad de oportunidades que te llevan por diversos camnios, es simplemente el poder decidir por cual de ellas ir o avanzar que se encuentran caminos sencillos y llenos de dicha o caminos harto dificiles y complicados que terminan por agotarte.

No se si existan momentos en los cuáles uno se puede quizás hasta sentir arrepentido de las decisiones que toma, por que el lamentarse es un sintoma claro, que no se tiene un poder de conocimiento de si mismo, de sus capacidades, de su forma de ser y de lo fuerte o débil que se puede ser en algunos aspectos. Hay a quienes la vida les sonrie pues les da un empleo en el que están tranquilos sin hacer mucho, o que tienen una capacidad de comunicación que sorprende y que encandila a los demás; sin embargo existen otros que a veces es muy complicado entablar una conversación de más de 2 o 3 palabras, o que están tan atareados que se sienten atrapados en una espiral de trabajo y trabajo y más trabajo, aquellos que las horas pasan como si fuesen minutos, que no encuentran un rumbo claro.

Hay momentos en los que se está en uno o en otro lado de esas definiciones dadas, y es que la vida es tan compleja, es una característica inherente a la capacidad humana de ser y sentir. Y es que somos nosotros mismos los que decidimos ser como somos o sentir lo que sentimos por otra persona, por un lugar o por un grupo humano. A veces no logró comprender esta facinante característica que nos hace a todos los humanos movernos cada día y seguir adelante.

Hay momentos de alegría, de felicidad, de satisfación y de autorealización extraordinariamente cambiantes a momentos de tristeza, penas, de sentirse el ser más pequeño e insignificante. Es está dualidad del todo que a la vez se siente como nada lo que nos impulsa cada día a seguir, a moverse y luchar. En algunos momentos existe la tentación de decir ya no más, de tirar la toalla, de dejar todo de lado e intentar escapar hacia la nada, hacia lo vacío, lo incolumemente escapable.

La vida es un todo y a la vez es nada, está en cada uno de nosotros el decidir como transitar sus caminos y como superar sus obstaculos, asu vez de saber entender en que momentos existen recompensas para poder tomar y transitar un camino diferente cada día.

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